PAC-MAN 256

PAC-MAN 256 es la reinvención de uno de los videojuegos más icónicos de todos los tiempos. Hipster Whale (creadores de Crossy Road) consigue darle un lavado de cara completo al Pac-Man de toda la vida, al mismo tiempo que conserva la esencia que hizo grande al título original.

A diferencia del clásico, PAC-MAN 256 es un juego 'infinito'. Es decir, en esta ocasión no hay niveles. La partida sólo se terminará cuando un fantasma acabe con nuestro carismático protagonista o cuando el final del nivel (basado en el conocido glich que aparecía en la pantalla 256 del juego original) nos alcance. Y es que en este laberinto infinito, si no somos rápidos también lo pagaremos caro.

El sistema de control del juego también se ha adaptado perfectamente a los terminales táctiles. Nos bastará con deslizar del dedo en la dirección que queremos mover a Pac-Man. Por supuesto, a través del laberinto podremos ir cogiendo distintos potenciadores que nos permitirán enfrentarnos a los fantasmas. La clásica píldora que nos permite comerlos está ahí, pero también un láser especial, y otras novedades.

PAC-MAN 256 es un juego sobresaliente, que consigue hacer algo muy difícil: estar a la altura del clásico al que representa. Y lo hace ofreciendo un apartado visual excelente y un sistema de control perfectamente adaptado a terminales táctiles.